Teresa Forcades
es una monja coraje. Nos desvela el lado oculto de la gran mayoría de las compañías
farmacéuticas.
Esta industria financia investigaciones sobre sus propios
medicamentos y paga los sueldos de aquellos trabajadores de las instituciones
que deben controlarla.
Pero… ¿como un trabajador contratado por su propio jefe va a cuestionar su negocio? Como bien dice el dicho: “No morderás la mano que te da de comer” por lo que debería estar totalmente prohibido este tipo de negocio trampa.
Esto quiere decir que ahora a mi me contrata la industria farmacéutica
para que le de el visto bueno a su forma de negocio y me la estoy jugando,
además de que mi familia depende de mi. ¿Como voy yo a rechazar su producto por
muy defectuoso que sea para la sociedad? Pues hoy en día la gente solo mira su
propio interés ¿cuantas personas entre un millón van a ser capaces de rechazar
tal oportunidad?
Pues estamos en una sociedad en la que no se vive, se sobrevive
y que se salve quien pueda. Muy pocos trabajadores van a ponerse en contra de
la industria.
Esa forma de negocio tan caótica, debería ser erradicada
cuanto antes.
Es por eso que nos están vendiendo gran parte del tiempo,
medicamentos de dudosa reputación y aquí todos echan la mirada a otro lado.
Ya sabemos que manda el que paga y si has conseguido
amontonar más dinero que nadie, como en el caso de las industrias, ya sean
petroleras o farmacéuticas, puedes comprarlo todo, incluso la aceptación de un
producto o medicamento peligroso que puede acabar con la vida de mucha gente.
Los tentáculos de la industria farmacéutica consiguen
acaparar y controlar todo. Ya sabemos que el dinero nos tienta y… ¿como no va a
ser capaz de querer tentar también a los propios médicos, que pocas veces
pueden resistirse a esos regalos, viajes, etc. que reciben de las mismas?
Un hecho que nos cuenta esta gran monja con estudios médicos,
nos saca a la luz el hecho de un medicamento que producía infartos en los
pacientes que lo tomaban y en vez de retirarlos del mercado, ocultaron la
información para seguir lucrándose con esta barbarie, de lo contrario habrían
tenido perdidas en sus ingresos tan deseados.
Se estima que este medicamento pudo haber matado la vida de
más de 27.000 pacientes. Esto es un crimen ¿verdad? ¿Los responsables están en
la cárcel como cualquier ciudadano que por robar un jamón se va directamente al
calabozo? Algo que pasó hace años a un pobre hombre muerto de hambre.
Obviamente, ellos que tienen tanto poder ¡no!
27.000 muertes y ningún castigo más que el de pagar una
multa que no es nada comparado con los beneficios que han sacado de este
medicamento mortal.
¡¡Esto es un chollo!!
Ahora saco yo otro, mato a todo el mundo que pruebe mis productos, así de
agradecida soy con quien me da el éxito, y el beneficio va a ser más grande que
el castigo por las miles de muertes que valen mucho menos según la ley, que lo
que yo he ganado, me forro y a vivir la vida.
¡Estas son las leyes señores! Machacar al que no tiene ni para tumbarse
debajo de un puente. Porque ya sabemos que en muchos lugares están poniendo
pinchos o en los bancos triple posa-brazos para que los que no tengan nada no
puedan ni subsistir. No pueden comer de lo que pillen de la basura, pues ya
sabemos el desmadre de multa que deberían pagar y en cambio esta gente tan corrupta vive
matando, robando, etc.
Y aquí los vemos, riéndose de nosotros.
Una justicia que defiende la maldad y machaca a los
inocentes. Por qué será…
La farmacéutica que mató a esas posibles 27.000 personas,
hoy día, sigue siendo una de las más potentes del mundo. Ese ha sido su trágico castigo.
Una ley en condiciones no les habría permitido seguir lucrándose
con un negocio tan serio, donde ya han matado vidas. Seria impensable en el
mundo al revés.
Nuestro sistema de salud no comprueba que medicamentos nos
van a matar. Llegan a las farmacias como quien sale de su casa al portal. Nos
eligen como conejillos de india aunque eso lo hacen mucho más en sitios como
África donde se aprovechan de las circunstancias de esa gente y cuando han
terminado el experimento, les quitan los medicamentos que les ofrecieron a
cambio del experimento sin que les pudiera dar tiempo terminarlo. Esto no tiene
nombre.
Viendo lo visto
comprobamos que:
En política: aquí
no se mira la seguridad del ciudadano, se vota al que mejor se vende y aunque
nos demos cuenta desde el primer día que empiezan a fallar a lo descarado, ya
no hay nada que hacer, la ley te hace esperar otros 4 años a que nos vuelvan a
vender la moto y con un ciclo repetitivo cada 4 años sin fin. No son políticos, son comerciales.
Farmacéuticas:
aquí no se mira la salud de la gente, se inventan enfermedades para poder crear
más medicamentos o de un medicamento que ya tiene éxito y que va a terminar su
ciclo en el mercado, lo vuelven a manipular, le modifican dos moléculas y
vuelven a sacar el mismo producto haciéndonos creer que este es nuevo y mucho
mejor. Estos imitan a los vendedores de móvil.
Conclusión: sálvese
quien pueda y hágase polifacético. Invente sus propios medicamentos caseros, su
propio cultivo, sus propios muebles ¡¡SU TODO!! Pues os garantizo que será
menos peligroso a depender de tan peligrosos seres sin conciencia.
Enlaces relacionados:
http://es.sott.net/article/25362-Monja-y-Medico-Teresa-Forcades-Las-companias-farmaceuticas-cometen-crimenes-y-han-sido-condenadas-en-los-tribunales
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